Cuando te levantas por la mañana y te miras al espejo te sigues preguntando: ¿Quién eres?
Cuando tu pareja te engaña y te trata con la punta del pie te preguntas: ¿Quién eres?
Cuando ves la violencia en el mundo, la maldad, la falta de empatía te cuestionas: ¿Quién eres?
Cuando tus hijos dejan de hablarte, te ningunean, o solo te buscan por conveniencia te preguntas también: ¿Quién eres?
Cuando tus amigos te dan de lado, no están nunca para las duras y si tú no los llamas nunca hacen ni el intento, también te cuestionas: ¿Quién eres?
Cuando das la cara por alguien incluso en contra de la voluntad de los otros y ese uno, o esa una, te deja más tirado que las mascarillas que vemos continuamente por la calle, te preguntas: ¿Quién eres?
Cuando votas a candidatos de un partido en el que has depositado tu confianza porque han prometido cosas que crees buenas, y después de salir elegidos hacen exactamente lo contrario de lo que prometieron, entonces ya no te preguntas ¿Quién eres?, lo que se te queda es una cara de gilipollas que como mínimo te va a durar cuatro años, o incluso más.
En fin, lo primero que te tienes que preguntar es si tú eres quien eres y como interfieres en la vida de los demás, entonces podrás encontrar algunas respuestas.
Y lo segundo es, que nadie puede escapar de su propia historia.
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