La COVID, que dicen que proviene del murciélago; la enfermedad de las vacas locas (evidentemente de las vacas), el virus del mono, el virus del mosquito, la gripe aviar; en fin, un sinfín de enfermedades con nombre de animal que nos indican que los animales pueden transmitir enfermedades, aunque el animal en si no las padezca, pero si sea portador.
Pero una de las primeras fue la "Gripe pajarera".
En 1728, Gustavus Katterfelto se presentó en Londres como un gran curandero de la gripe, acompañado de dos gatos negros "parlantes". Katterfelto pregonaba que con su microscopio solar, los insectos, que eran los causantes de las epidemias de gripes, se podían ver tan grandes como pájaros, de ahí lo de pajarera.
Para hacerse publicidad al llegar al un pueblo, se montaba en un carruaje precedido de dos sirvientes negros que tocaban la trompeta y distribuían carteles publicitarios.
Parece mentira que casi trescientos años después el sistema sea parecido cuando se descubre una enfermedad desconocida.
-Se le echa la culpa a un bicho.
-Se presenta uno acompañado de correveidiles.
-Se afirma que está todo controlado.
-Se precede la información con parafernalia.
-Y de remedios y protecciones ni hablamos.
Y ¡ea! ya la tenemos montada para dos años y pico; lo malo es que el pico no sabemos a cuántos meses se corresponde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario