No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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08 junio 2022

NOS ESTAMOS ACOSTUMBRANDO.

¡Mal, muy mal, demasiado mal!
Me acuerdo todavía cuando íbamos por las calles y las casas con las huchas con caras de chinos, asiáticos o negros, pidiendo para el Domund.   (Domingo Mundial de las Misiones)
Por aquellos entonces ponían en los telediarios, solo de la primera, porque sólo había una cadena, a la hora del almuerzo, las imágenes de los niños de Biafra.
Al principio daba una pena terrible, incluso comer, teniendo esas imágenes delante, pero al final...
Más adelante vinieron los asesinatos de ETA con los que estuvimos almorzando con crímenes, asesinatos a sangre fría y atentados con muertes incluso de niños, desde el 7 de junio de 1968 hasta el 16 de marzo de 2010, pero al final, después de tantos años y tantos y tantos asesinatos, al final...
Primera guerra mundial, segunda guerra mundial, y el horrible holocausto, la guerra civil española y la trágica postguerra; y el hombre, al final...
La gripe española (aunque no lo fuera), el SIDA, el reciente COVID; noticas y más noticias, imágenes y más imágenes a la hora de almorzar, pero al final...
Y ahora la invasión de Rusia a Ucrania que lleva ya más de tres meses y medio, al principio:
-Uy, por Dios, ¡Que barbaridad!, ¡A dónde vamos a llegar!
Parece mentira, pero después de tener la información a diario a la hora de comer, seguramente nos estemos acostumbrando también a ver edificios destrozados, calles derruidas, familias separadas, y menos mal que no se han visto las colas en las fronteras.
Cuando el dolor nos ataca, no tenemos más remedio que acostumbrarnos a vivir con ese dolor para poder seguir viviendo...
¡Pero manda cojones!





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