Haciendo referencia al refrán voy a tener que acabar cada una de mis reflexiones con esta coletilla, seguramente evitaré enfados absurdos de algunos de los lectores.
Hay mucha gente que no tiene educación, que se comporta tratando a la gente con la punta del pie; eso no quiere decir que toda la gente sea así, pero haberlos, haylos.
Hay muchos empresarios aprovechados, (conversación escuchada en el autobús); nueve horas de trabajo de 7 a 16 horas, de lunes a sábados por mil "eurazos" al mes.
Y los días que estás de prueba no te pagan y los primeros seis meses no te aseguran; y eso no quiere decir que todos los empresarios sean así de sinvergüenzas, pero haberlos, haylos.
Hay muchos bares y restaurantes que han subido los precios de lo que les ha salido de los cataplines, sin estadística ni leches, subida al barrer; como el otro día en el Rincón de Kevin en la calle Albareda: servicio de mesa y pan/picos para cuatro personas: 8,40€ (dos bollitos y dos paquetes de picos); eso no quiere decir que todos los bares y restaurantes sean unos aprovechados, pero haberlos, haylos.
Y los políticos, que lo que buscan sólo son votos y más votos para seguir en el poder, que conceden cosas inconcebibles, que intentan medrar para perdonar cosas imperdonables, que gastan muchísimo más de lo que tienen; y que no proponen un recorte en diputados, asesores, vice-asesores, en ayudantes, y. cómo no, en subvenciones inútiles y pagas más inútiles todavía; eso no quiere decir que todos los políticos sean así, pero que haberlos, haylos, y muchos, muchos, muchos.
En fin, en resumen, no todas las críticas que se puedan hacer sobre un colectivo determinado son susceptibles de la calificación total de ese colectivo, y si alguien de ese colectivo en particular se pica por ello, solo aplicar el refrán:
El que se pica es que ajos come.
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Foto de mi amiga Juani Mora. |
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