Hay muchas personas que pasan su existencia sin conocer lo que es un trĂĄfago. Otras sĂ.
Hay muchos polĂticos y polĂticas que agotan sus legislaturas y no han descubierto en ningĂșn momento quĂ© es un trĂĄfago. (Algunos sĂ).
Hay muchos empleados y empleadas, jefes y jefas que desconocen lo que es un trĂĄfago. Otros y otras sĂ lo conocen, y bastante bien por cierto.
Pero eso no es intrĂnseco solo del trabajo, creo que mĂĄs bien estĂĄ anexionado directamente con la persona en cuestiĂłn.
Se puede estar jubilado y "disfrutar" de un trĂĄfago entretenido, sobre todo los abuelos; y un trĂĄfago no sĂłlo fĂsico, sino tambiĂ©n psĂquico y, por ende, econĂłmico.
Se puede estar de vacaciones, pero como lo llevas en la sangre, siempre quieres tener un trĂĄfago a flor de piel.
Al o a la que le guste vivir esa montaña rusa que es un tråfago, le gusta disfrutar de esa adrenalina, el cuerpo se lo pide; aunque esté agotado.
Pero, lamentablemente, a otros y a otras, ni les va ni les viene, sobre todo a los que mĂĄs necesitamos que les vaya.
En fin, un trĂĄfago es un conjunto de ocupaciones y faenas que ocasionan mucho cansancio o molestias.
Y eso gusta poco, aunque tiene, a veces un gran premio.
TrĂĄfago como el que conlleva pelar estas granadas fotografiadas por mi amiga Juani Mora. |
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