En los años en los que tengo nociones de los regalos de Reyes que recibíamos mis hermanos y yo, hay un extenso lapso de tiempo en que no recuerdo que me compraran muchas cosas. No había para comprar tanto.
Y suerte de que mi padre fue carpintero de joven y conservaba impoluta su habilidad para trabajar la madera.
Lo último que me pusieron los Reyes fue: Un caballete para pintar, una caja con algunos tubos (pequeños) de óleo, un pincel, y una paleta para la mezcla de colores.
Toda vez que la paleta, la caja y el caballete lo hizo mi padre con maderas recicladas lo poco que tuvo que comprar fueron los tubos de óleo y el pincel, que supongo sería un esfuerzo para ellos.
Otro año, más atrás, me regalaron un plumier de madera, de dos pisos, con la tapa decorada, un boli inoxcrom, un lápiz de esos que si los chupabas escribían en morado, y una goma.
¿Quién pudo ser el Rey Mago que me lo dejara? Pregunto...
En otros momentos hubo: caballos de cartón, una bicicleta, unos patines, cuándo era más pequeño, y ropa y zapatos muchas veces, como a mi hermano y a mi hermana.
Y ahora dicen que los juguetes este año van a subir un 40%.
¿Y que coño no va a subir?
A ver si ahora seguimos comprando los mismos juguetes que hace años, cuando había que reservar la nueva consola xbox, (de 400 ó 500 € )con tres meses de antelación a Reyes, y a veces llegabas tarde.
Y en los móviles no quiero ni pensar cuánto será la subida.
Y lo peor de todo, es que estos aparatos tienen todos la obsolescencia programada, y más pronto que tarde, morirán.
Mi caballete sigue guardado en casa, totalmente servible, y lo hemos utilizado mi hijo y yo; y para más inri, es la memoria viva de mi padre.
¿Para qué más regalo de Reyes que eso?
No abusemos de las compras, y menos de cosas que tengan los días contados.
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| Foto de mi colección particular. |
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