Es esta puñetera vida todo depende de cómo interpretes el rol que te ha tocado vivir.
Los hay, y las hay, que tienen todo lo necesario para ser felices, para vivir una vida plĂĄcida, para dedicarse a lo que les apetezca; y sin embargo, caen el las garras de los estupefacientes buscando experiencias nuevas para vivir; que si no tuvieran de nada, seguramente se excitarĂan buscando algo diario para comer y para beber (agua).
Por el contrario, los que no tienen nada, son capaces de hacer un futbolĂn con una caja de cartĂłn y tres o cuatro palos, y tan felices.
Los que no tienen nada no tienen tiempo para aburrirse, ni tampoco tienen tiempo para hastiarse de las cosas, de hartarse de todo, como los que todo lo tienen, cosa que incita literalmente a la desidia.
Mas todo en nuestra existencia es susceptible de cambio, de modificaciĂłn o de reforma; y por ello serĂa conveniente que nos estudiĂĄramos bien el papel que nos tocĂł vivir para intentar representarlo honestamente disfrutando lo mĂĄs posible de este regalo que nos ha sido concedido que es la vida.
La vida estĂĄ escrita en el texto del destino, pero la interpretaciĂłn la pone el actor, y determina el Ă©xito rotundo de la obra.
Los hay, y las hay, que tienen todo lo necesario para ser felices, para vivir una vida plĂĄcida, para dedicarse a lo que les apetezca; y sin embargo, caen el las garras de los estupefacientes buscando experiencias nuevas para vivir; que si no tuvieran de nada, seguramente se excitarĂan buscando algo diario para comer y para beber (agua).
Por el contrario, los que no tienen nada, son capaces de hacer un futbolĂn con una caja de cartĂłn y tres o cuatro palos, y tan felices.
Los que no tienen nada no tienen tiempo para aburrirse, ni tampoco tienen tiempo para hastiarse de las cosas, de hartarse de todo, como los que todo lo tienen, cosa que incita literalmente a la desidia.
Mas todo en nuestra existencia es susceptible de cambio, de modificaciĂłn o de reforma; y por ello serĂa conveniente que nos estudiĂĄramos bien el papel que nos tocĂł vivir para intentar representarlo honestamente disfrutando lo mĂĄs posible de este regalo que nos ha sido concedido que es la vida.
La vida estĂĄ escrita en el texto del destino, pero la interpretaciĂłn la pone el actor, y determina el Ă©xito rotundo de la obra.
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