No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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03 enero 2024

EL "BUENISMO".

Esta es una palabra inventada, con la que hago referencia a las personas que practican a diario la bonhomía.
Personas que hacen el bien, que se comportan bien, y que derrochan generosidad.
Personas de las que se aprovechan enormemente: los abusadores, los abusones, los explotadores o los taseles.
Pero hay otra mirada hacia la conducta de los que actúan con bonhomía.
Los que reciben el comportamiento o el derroche de otros por su generosidad, no tienen por qué ser malos, también pueden ser indolentes.
Como lo tienen todo dado, no tienen que preocuparse en conseguirlo, y eso sí, además muchos van de gallitos o "gallitas" por la vida, ignorando el deterioro de su personalidad que todo ello acarrea.
Un pequeño ejemplo:
Si a un niño, al levantarse lo visten, le dan de desayunar, no le hacen, le dan; un chófer lo espera en la puerta de casa para llevarlo al colegio, y lo recoge después; etc. ese niño jamás aprenderá a vestirse, ni a desayunar, ni a ir al colegio.
¿En qué se ha convertido?
Apliquemos este ejemplo a todos los estadios de la vida; tanto en casa, como en el colegio, como en el trabajo, así como en la política social.
El "buenismo", llevado al extremo, aboca al "malismo". 
Buenismo y malismo son dos palabros inventados pero que creo que son muy entendibles.


Foto de mi amiga Juani Mora.



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