DÍME...

Si no te acercas a ellos con el bolso repleto de dinero, no conseguirás nada, se mueven con la gasolina que les suministran los billetes de 500€; billetes de color más que violetas, negros como el carbón.

Le son necesarios para mantener el estatus social que tienen: vida plena de placeres, ropas, coches, criados, viajes, fiestas, drogas, etc...
¡Dime cuanto traes y te diré cuanto vales!
Son superiores a tí, en serio, desfilan delante tuya presumiendo de buenos, de amables, de guapos de corazón, de adinerados, de sanos de alma; claman a los cuatro vientos su formalidad, su inocencia; son más inteligentes que cualquiera, y lo dicen a boca llena...
¡Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces!
Se relacionan con corruptos, con mangantes, con vividores a costa de los demás; se  vinculan con trepas, con aduladores, con pelotas de todo tipo, con mentirosos compulsivos; con maleantes, con abrazafarolas, con bajos fondos, con mafias, todo ello para llegar a no sabemos donde.
¡Dime con quien andas y te diré quien eres!
¡Dime con quien vas y te diré lo que harás!
Dimes y diretes, todo queda en un dicho; ahora bien, tú decides si estás dentro con unos o fuera con otros; eso marcará tu destino, porque al final... los de la misma condición duermen en el mismo colchón.