No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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31 julio 2019

EL CARDO Y LA CARRETA.

Nos estamos, o nos estĂĄn acostumbrando a aguantar las subidas de tonos de voz, los gritos, las faltas de educaciĂłn, y al fin y a la postre, ¿para quĂ©?
El otro dĂ­a en el autobĂșs, una señora le decĂ­a a una "chica" que llevaba un "carrito" con un bebĂ© y que estaba hablando por el mĂłvil, parecĂ­a que con su "chico"...
 - DeberĂ­as atar bien el carro a la barra que hay para ello, porque el bus tiene muchos vaivenes, y el pequeño podrĂ­a tener un golpe.
Le contestĂł la "muchachita" con una serie de improperios, a voces limpias, y continuando hablando por telĂ©fono, quizĂĄ para que el chico, que estaba al otro lado, comprobara que la tĂ­a tenĂ­a cojones; ¡Le formĂł una a la señora!...
Que Ă©sta, avergonzada, se bajo en la siguiente parada, le correspondiera o no y con las lĂĄgrimas a flor de piel.
Cuando bajé, y emprendí camino para mi rehabilitación se me pasó por la mente el flamenco de mis admirados Lole y Manuel:
- De lo que pasa en el mundo, por Dios que no entiendo "nĂĄ", el cardo siempre gritando y la flor siempre "callĂĄ"; que hable la flor y que se calle el cardo, y "to" aquel que sea mi enemigo que sea mi hermano.
Podríamos aplicar esta letra a todos los aspectos de nuestra vida, en especial la podrían acoplar a su comportamiento los señores que dirigen nuestros destinos.
Y si no...
Iban un padre y un hijo por un camino y vieron pasar una carreta tirada por dos bueyes, el padre le dijo a su vĂĄstago: 
-Mira hijo, ahĂ­ va una carreta vacĂ­a, lo habrĂĄ vendido todo en el mercado.
-¿CĂłmo sabes que estĂĄ vacĂ­a padre?
-Porque si estuviera llena no harĂ­a tanto ruido.
La Moraleja...
Vosotros la determinen bien por favor.

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