Hace muchos años discutía con una buena amiga, que a la sazón trabajaba en sanidad, sobre la empresa pública y la privada.
Mi argumento era que en la empresa privada se podían valorar los beneficios que obtuviera cada empleado y controlar las horas de salida y entrada, dando así lugar a un ratio beneficio/empleado; en la empresa pública no era posible; se "mosqueó" bastante conmigo, como creyendo que yo estaba desprestigiando su trabajo, o diciendo que trabajaban poco, cosa que no era así.
Más tarde salió la "factura informativa" de los gastos correspondientes a la asistencia médica que recibe cada paciente en quirófanos, hospitales, UCI, centros de salud, etc.
Con esas facturas si se podría encontrar un ratio beneficio/empleado en la sanidad pública, obteniendo así el resultado al que pretenden llegar en la empresa privada.
Y si tuviéramos que hacer el mismo ratio a los trabajadores autónomos, no quiero ni pensar que resultado saldría de esa ecuación.
Dadas estas evaluaciones, a veces me invaden mis sentidos miles y miles de preguntas como:
- ¿Dónde reflejan el nuevo control horario establecido para todas las empresas y autónomos los señores diputados? (Por cierto en 1974 cuando empecé a trabajar se firmaba cuando se entraba y se salía el control horario hasta que pusieron la máquina de picar?
- ¿Por qué tienen una fiscalidad diferente a cualquier otro tipo de mortal?
Y por ende...
-¿Cómo obtener el ratio de beneficio/empleado de sus señorías? (Porque son nuestros empleados, empleados de todos los españoles)
Eso es lo mismo que un padre que "bronquea" a su hijo a diario para que no fume y él se fuma, todos los días, dos paquetes en casa.
Pues eso. Como decía el otro día: Reclamaciones al maestro armero.
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