Si nos remitimos a los expuesto en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, es un agujero cuadrado que se hace con el escoplo en la madera para encajar allí otro madero o la punta de él.
En portugués es un género de mariposas perteneciente a la familia "eupterotidae", también en castellano significa esto; viven en Nueva Guinea y hay unas veintiséis especies, la más simpática me ha parecido la "cotana splendida".
En la Real Academia de la Lengua también recibe este nombre el escoplo o el formón con que se abre el agujero anteriormente citado.
Pues ni el escoplo, ni ninguna de las veintiséis especies de Nueva Guinea, para mí, "cotana", ha sido siempre otra cosa, o quizás debería decir mejor, ha sido otra persona.
Mari Carmen Márquez “cotana” ha sido, y es, desde que éramos pequeños una amiga muy especial, siempre nos hemos respetado mutuamente en todas nuestras opiniones: de conducta, amorosas, políticas, educacionales, siempre la he escuchado y creo que también siempre ella me escuchó a mí.
En los momentos más difíciles de mi vida, estuvo a mi lado todos, o casi todos los días, animando, dando consejos, e incluso sacándome de paseo.
Recuerdo, incluso, que recurrí a ella también para llorar, cuando me comunicaron una desastrosa noticia, que al final, gracias a Dios, no fue cierta.
De vez en cuando es necesario echar la vista atrás y no olvidar a las gentes que se portaron bien contigo, sin pedir nada a cambio, y jugándose su honor por el famoso "qué dirán" de los pueblos.
Querida amiga, usted sí que es una "COTANA SPLENDIDA" y no esa mierda de polilla que habita junto con sus hermanas en Papúa Nueva Guinea.
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