No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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24 enero 2022

GUIAR A UN CIEGO.

Todos los dĂ­as salgo a andar, por aquĂ­ por el barrio, aproximadamente una horita; y me encuentro con tanto tipo de personas...
Gente andando como yo, personas arregladas, otros que estån sentados en los coches con las puertas y ventanillas cerradas hablando por teléfono, cosa que se escucha desde fuera; personas mayores que van dando un paseo acompañados de sus cuidadores, o con un bastón, otros mayores sentados en el bar tomando el desayuno, empleadas y limpiadoras de los hospitales, que estån cerca, con las batas, desayunando también en el bar; personas fumando en una esquina, las colas de la farmacia, la cola del banco, la cola del estanco, el que estå acostado al refugio del saliente del balcón del primer piso, el que va lanzando improperios a todo el que se encuentra.
Aceras colapsadas de mesas y sillas de los bares y cafeterías que hay por aquí, supermercados con la gente pidiendo en la puerta, los que estån en las esquinas diciéndote donde debes aparcar, etc...
Pero hoy me he encontrado de frente con una persona muy especial; bueno con dos personas y un animal.
Venían de frente, esta mañana, y aunque como ya sabéis no veo demasiado bien, me pareció entrever que venían por la acera dos personas y un perro negro. Por la pinta del perro no tuve mås remedio que pensar que sería un perro guía para invidentes; y así fue, cuando me crucé con ellos, un hombre, una mujer y el perro, ella llevaba un bastón blanco plegado, que es el distintivo de los invidentes.
Pero lo que me produjo mås impresión fue escuchar al hombre que la acompañaba y la agarraba del brazo.
Le iba susurrando al oĂ­do...
En esta esquina estĂĄ la farmacia, un poco mĂĄs adelante el supermercado del JamĂłn, y junto a Ă©l ,la Ăłptica.
Ya pasaron y no pude seguir escuchando, me hubiera gustado seguir sintiendo el cariño con que el hombre susurraba a la mujer las incidencias del camino que estaban recorriendo.
Supongo que el perro, haciendo con ellos el paseo, también estaba aprendiendo donde estaban todas esas cosas.
¡QuĂ© bien se siente uno cuando escucha lo que he escuchado esta mañana!
¡Personas y animales dedicados a ayudar a quien lo necesita!
¡QuĂ© fĂĄcil serĂ­a la convivencia!




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