HUMILITAS.

Ayer, con una amiga, y con una amiga de ella, mantuvimos un entretenido debate a la hora de la siesta, en este mundo de conversación virtual en el que nos encontramos.

Podríamos haber seguido mucho más tiempo, tuvimos que cerrar y marcharnos, porque los deberes nos llamaban.

Se quedaron muchas cosas en el tintero, (modernizando la expresión, en el teclado) y llegué a la conclusión que una simple conjunción de ocho letras y tres sílabas, es muy difícil de definir; lo mismo que….

Ha de ser difícil saber, cuáles son tus limitaciones y debilidades, y cómo aprender a actuar de acuerdo con eso que ya sabes.

Una cosa complicada, es desistir de querer tener siempre la razón.

Me parece complejo, bajar escalones, desde la altura en la que te puedas encontrar en algún momento de tu vida, para ponerte a la altura de los demás.

Incluso es dificultoso, no creerse mejor, o más importante que los demás en ningún aspecto, obviando la soberbia.

Les es arduo, reconocer nuestras capacidades, y ponerlas al servicio de los demás, sin que nadie lo sepa.

Doy fe que es muy difícil, pedir ayuda cuando nos sea necesario, reconociendo que no somos auto-suficientes.

Además, es complicado aceptar las capacidades de los demás y asumir que no somos superiores a nadie.

Despídome humildemente, buen día.