La otra tarde, apareciĂł en mi televisiĂłn, por casualidad, en la de blanco y negro: Murieron con las botas puestas de Errol Flynn, que por cierto se parecĂa mucho a mi padre cuando era joven. DespuĂ©s, una noticia de una compañera en facebook, me hizo reflexionar sobre los que dirigen en algĂșn momento nuestros destinos...
Un lĂder, no es el que
empuña una bandera del color que sea, y detrås de las tropas, le dice a todo el
mundo lo que tiene que hacer, y si sale mal, la culpa nunca es suya.
Un lĂder, no es el que no sabe vivir los problemas de sus liderados, intentando
ayudar, aconsejar o simplemente comprender.
Un lĂder, no es el que reparte su tarea entre todos los demĂĄs.
Un lĂder, no es el que trepa, a costa de sus subordinados, para encaramarse a
un sitio mĂĄs alto.
Un lĂder, no es el que se vanagloria de ello, delante de todas las gentes.
Un lĂder, empuña la espada delante de sus tropas y es el primero que se parte
la cara.
Un lĂder, arropa a sus subordinados mĂĄs dĂ©biles, intentando insuflarles ĂĄnimo
para seguir adelante, y lograr sus objetivos.
Un lĂder, es el que se atarea antes, y despuĂ©s reparte.
Un lĂder, es el que crece por su trabajo, su dedicaciĂłn y su afĂĄn de
superaciĂłn.
Un lĂder, es el que te presenta como compañero, porque al fin y a la postre,
eso es lo que es, un compañero, con mĂĄs graduaciĂłn que tĂș.
Sirva esto de respeto, para una lĂder, que se retirĂł a los cuarteles de
invierno, después de años al frente de las tropas, le deseo a ella en especial,
buena vida, larga y feliz.
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