Vivimos estresados durante todo
el día, pensando en la cantidad de cosas y problemas que nos acechan.
Estamos pendientes de tantas
cosas a la vez, que llega un momento en el que estamos completamente
desbordados. Un momento en el que los problemas de las personas que nos rodean,
ocupan bastante más de la mitad de todas nuestras preocupaciones.
La mayoría de las ocasiones, esas
cuestiones pasan a formar parte de nosotros mismos, porque además inciden en
nuestra vida.
Después pasa, lo que siempre
pasa; que el sin vivir no lleva a ningún sitio, que algo te decepciona, o que
nunca pensabas que la cosa fuera a terminar como terminó.
No digo, que no hay que tener
presente a los demás, no digo que no haya que ayudar a solucionar sus
problemas, no digo, que no sea necesario volcarse por personas o ideales.
Todo esto es necesario hacerlo, pero
siempre teniendo en cuenta que……… (parafraseando a Luz Calsal)
Si tienes un hondo penar, piensa
en tí; si tienes ganas de llorar, piensa en tí; piensa en tí, cuando sufras, cuando
quieras quitarte la vida, también piensa en ti. Porque la vida, para nada, para
nada, te sirve sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario