No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

Seguidores

23 junio 2013

LATIDOS METÁLICOS.

Cuando la luna asoma su blanca cara y el sol esconde la suya, rojo de vergĂŒenza; cuando decides, arroparte con tus sĂĄbanas blancas para intentar soñar historias de amor; Ă©l, se manifiesta entre el silencio de tu alcoba, como un monstruo que se acerca, como una mĂĄquina infernal, como un alien, que poco a poco se mete en tu cerebro, y se hace cada vez mĂĄs grande.
Arremetes contra la almohada, cubres con ella tu cabeza, intentando apaciguar el tañido, seguido, acompasado, rampante, que cada vez inunda mås tu cabeza.
Da lo mismo, que el monstruo salga de la pared, o de la mesa, o de encima del televisor, es imposible conciliar el sueño con su melodía rítmica.
Da lo mismo que se alimente de energĂ­a elĂ©ctrica, de generadores cilĂ­ndricos, o de fuerza manual; da lo mismo, donde se ubique; da, incluso lo mismo, que cierres la puerta de la habitaciĂłn, pues, aĂșn sin oĂ­rlo, lo escuchas en tu subconsciente.
Un latido metålico que marca el ritmo acompasado del tiempo; cuartea las horas con repiqueteos y un péndulo que se balancea inexorablemente hasta agotar el vigor de la cuerda.
El final siempre es el mismo; parar el tiempo. MĂĄs bien, parar el contador del tiempo. Echas pie al suelo, te diriges hacia la fuente del marca pasos de la vida, y literalmente lo extingues.
Si serĂĄn provocadores, que incluso, una vez dormidos, sus latidos te siguen machacando las sienes, durante un largo rato.
¿QuiĂ©n no sufriĂł alguna vez, un tic-tac en casa?.........
Al final, todos quedaron sumidos en el silencio, y yo me hice fan incondicional del radio reloj, ya que te puede acurrucar por las noches con una linda melodía, y no con un martilleo malévolo.
Soñad siempre acompasadamente. Pero a vuestro ritmo, sin dejar que nadie os lo marque.



No hay comentarios:

Publicar un comentario