¡QuĂ© nos gustan los retoques!
A todos nos gustan los retoques,
todos somos por naturaleza humana un poco presumidos, pero de dar unos retoques
a cambiar la realidad, hay un abismo inmenso.
Hoy en dĂa, existen cantidad de
programas en los mercados, o en la misma red, que pueden servir para retocar
fotos o vĂdeos: photoshop, corel draw, phixr, bueno un sinfĂn de ellos.
Cambian las caras, las cinturas,
los pechos, el pelo, las calvas, los labios, los ojos, todo en una foto, se
puede no sĂłlo retocar, se puede hasta cambiar.
Eso, en foto; en carne y hueso,
estĂĄ el maquillaje, que tampoco es poca cosa, bien utilizado. El maquillaje,
las pelucas, peluquines, sombreros, uñas postizas, lĂĄpiz de labios, rĂmel,
pestañas postizas; todo, todo para enmascarar un poco la realidad, y hacerla
mĂĄs atractiva a la vista de los demĂĄs.
Y en el comportamiento, en la
forma de ser y de estar ante los demås, también hay buenos retoques; estå la
risa simulada, la actuaciĂłn perfecta, la mentira, el amor fingido, las falsas
promesas, las palabras vanas, la malicia escondida, la bondad disfrazada. La
cara, no siempre es el espejo del alma.
Siempre habrĂĄ ĂĄngeles con la cara
sucia, y diablos con la cara resplandeciente.
Procurad estar siempre con
ĂĄngeles, aunque tengan la cara sucia.
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