No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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09 abril 2019

ESPUMA FAMOSA.


Muchas veces me he preguntado si merece la pena la fama, si realmente es coherente el vivir pendiente de quién te puede estar observando, quién puede estar vigilando con la cåmara o micrófono en mano, quién te puede estar esperando para acabar contigo y hacerse con tu fama.
¿Te pagan por ir a programas del corazĂłn?
¿Merece realmente la pena?
Recuerdo  que, cuando el rey Felipe era pequeño, veĂ­a en las noticias cĂłmo lo dejaban en el colegio, se bajaba de un coche, seguido de uno o varios coches negros, y entraba en la escuela; seguro que dentro tambiĂ©n estarĂ­a vigilado.
Entonces me preguntaba:
-¿QuĂ© pasarĂĄ cuando coja su primera “papa”?
-¿PodrĂĄ salir con quien quiera?
Me parecĂ­a una vida difĂ­cil de soportar para mĂ­; aunque sea con todos los gastos pagados y con un buen sueldo.
¿CuĂĄnto vale la libertad?
Los que se aferran a la fama existen de por vida presos de ella; aunque la fama sea a veces pasajera; aunque la fama sea espuma, como la del gel de baño, perfumada, placentera pero también efímera.
Recuerdo que había una serie con ese nombre que hablaba del esfuerzo que hacían los alumnos de la escuela de arte por alcanzar su meta de triunfar en el espectåculo; para mí eso no es tener fama, el que trabaja a diario por conseguir sus sueños, el que lucha cada hora para seguir adelante, ese sí merece la fama.
Porque no es lo mismo hacerte famoso, a que te hagan famoso, aunque a veces pueda haber una dualidad en ello.


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