Una de las fĂĄbricas de tergiversar historias es la factorĂa Disney, no todas las historias son iguales que los cuentos, y algunas bastante diferentes, sobre todo para acoplarlas al pĂșblico infantil os dejo unos ejemplos.
En Blancanieves, los Hermanos Grimm tenĂan otro final; el prĂncipe se casa con ella, invitan a los enanitos, y a la madrasta, a la que obligan a bailar desnuda sĂłlo con unos zapatos incandescentes, hasta que perece.
En el cuento de Hans Christian Andersen, La Sirenita, en el final, Ariel no se casa con el prĂncipe Eric, sino que acaba desapareciendo transformada en espuma de mar.
En El libro de la selva, basada en: El libro de las tierras vĂrgenes, de Rudyard Kipling, Mowgli termina matando al tigre Shere Khan, y destruye el poblado de los humanos en el que nunca termino de encajar.
En Cenicienta, las hermanastras, cuando el prĂncipe visita la casa con el zapato de cristal, se cortan los delos de los pies y los talones para que les cupiera el zapato; los pĂĄjaros mĂĄgicos le sacan los ojos a las hermanastras y la madrastra acaba decapitada con la tapa de un gran cofre.
En La Bella durmiente, el prĂncipe no logra despertarla del sueño y la viola; tiene dos mellizos y uno de ellos logra quitarle la aguja del dedo y acaba por devolverla a la vida.
En la novela de J.M. Barrie Peter Pan dice literalmente: cuando parece que los niños van creciendo -lo cual va contra las reglas- Peter se deshace de ellos, lo podemos interpretar, pero estå muy claro.
En la vida real pasa tres cuartos de lo mismo...
En una separaciĂłn cada uno cuenta la pelĂcula tal cual le interese, para acaparar la atenciĂłn y el afecto de los hijos, para sacar mĂĄs o menos dinero, y para liberarse de posibles culpas psicolĂłgicas.
Y no contento con esto, ellos y ellas, malmeten a los hijos en contra de su pareja hasta llegar a desvincularlos de ellos o de ellas.
En las historias de las guerras, del nacimiento de las "naciones" independentistas, los golpes de estados, los alzamientos, también se miente se distorsionan las cosas depende de quien lo cuente, y bla, bla, y mås bla.
Y el la polĂtica ni te cuento, porque a parte de ser un cuento chino, cada uno lo cuenta como le parece para su propio beneficio o disfrute.
"La historia es diferentemente perversa depende de como la contemos".
Foto extraĂda de la pĂĄgina: circulodetendencia.com |
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