Los que somos por naturaleza gorditos, o gordos, gorditas o gordas, hemos estado mĂĄs de tres cuartos de nuestra vida a rĂ©gimen; unos tramos mĂĄs severo, otros tramos mĂĄs liviano, en algunos casos ayudado por unas pastillas que venĂan de CĂłrdoba, que quitaban las ganas de comer, pero que tenĂan "cosas raras" y fueron detenidos los recetantes y los que preparaban la receta.
Pero al final, si sumas todos los años, te has pasado mås de la mitad de tu vida sin comer ni beber las cosas que realmente te gustan, sin poder disfrutar de unas papas con huevo y chorizo con un buen migajón para mojar, por poner un solo ejemplo.
Los hidratos de carbono del pan, los hidratos de carbono de las papas fritas, asĂ como el aceite absorbido, el colesterol de los huevos y el exceso de aceite para freĂrlos...
¡OfĂș que cosa mĂĄs mala por Dios!
A mĂ particularmente, me gusta comerlos con una coca-cola con hielo, Ășnica cosa que me gusta comer con la bebida americana.
Hoy, he ido a recoger un par de tortillas de patatas al simpar despacho de comidas, "Pollos Richi" porque tengo invitados en casa, y me han vendido las tortillas en su envase de aluminio con su tapa de cartĂłn cerrada, al estilo y en el mismo envase donde se entregan los pollos asados que se venden normalmente en los asadores.
Al llegar a casa, me he dado cuenta que los envases estaban todavĂa bastante calientes porque las tortillas estaban reciĂ©n hechas, y entonces he decidido abrir parte del cierre para que ventilaran y no se pocharan demasiado con el calor reconcentrado.
¡Por Dios, que perfume ha salido disparado de dentro del contenedor de la tortilla!
¡QuĂ© olor tan alimentador!
¡QuĂ© cosa mĂĄs rica!
Me han entrado ganas de coger un bollo (que no tengo porque no compro pan), un palillo para dientes y un cuchillo para cortar la tortilla a cuadritos, un vaso chato y una buena botella de tinto fresquito; y empezar, sin necesidad de terminar hasta estar totalmente saciado.
Taquito de tortilla, pellizquito de pan y "buchito" de vino", y por cierto, me gustan un poco menos hechas por dentro, que chorree algo el huevo. Ummm.
Je, je, je, pero los sueños, sueños son.
"Y después que vengan los gabachos a vendernos la tortilla a la francesa, ufff."
Foto extraĂda de la pĂĄgina: cocinacaserayfacil.net |
No hay comentarios:
Publicar un comentario