En esta crisis en la que estamos inmersos, el dinero se estĂĄ convirtiendo en lo esencial; la economĂa estĂĄ primando sobre la salud, sobre el bienestar de las personas, y sobre todo, sobre los polĂticos y polĂticas de turno.
Cada uno y cada una arrima el ascua a su sardina, cada grupo, cada asociaciĂłn, cada profesiĂłn, cada autĂłnomo, cada arrendador, todos piden que los subvencionen, que los ayuden, que les resarzan de los dineros perdidos porque lo estĂĄn pasando realmente mal.
¿Pero dĂłnde estĂĄ el dinero?
Porque dinero hay, seguro que hay, porque se estĂĄn gastando dĂłlares y euros a mansalva en obras titĂĄnicas y faraĂłnicas que se podrĂan dedicar a otros menesteres.
Cuando se tiene la necesidad de tener dinero para ayudar a personas que lo pasan mal, para invertir en sanidad, o para crear puestos de trabajo, no se pueden dilapidar euros en mil subvenciones indeterminadas, llegar a marte, salvar el casco del Titanic; o estudiar, pongamos el caso, si el mono cuando caga en la selva, si come hojas todo el dĂa, caga duro o caga blando.
¡Joder que cague como quiera, pero el dinero que se utiliza para estos estudios de chichinabos, utilĂcenlo para algo realmente primordial.
Y si hablamos de sueldos innecesarios de gente que trabaja poco y mal y no rinde para lo que fueron elegidos; bueno mejor no hablemos.
Se habla tanto de privatizar, y lo primero que habrĂa que privatizar es la polĂtica. Si no rindes, no cumples, no trabajas, a la puñetera calle, y sin paro.
A ver si van a estar pagando deuda pĂșblica hasta nuestros nietos para chorradas.
Recordando a José Mota:
¿Onde andarĂĄ el dinero?
Foto extraĂda de la pĂĄgina: definicion.xyz |
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