Hay ocasiones en las que después de haber dedicado tu existencia a una persona, tu vida y tus esfuerzos, esa persona te traiciona.
Hay veces que siempre estás para tus hijos, para todo lo que necesiten, pero cuando el que lo necesitas eres tú, ¡Tururú!
Hay oportunidades en las que te dejas la piel, y el dinero, y más cosas, en ayudar a un amigo, o a una amiga, pero cuando necesitas de ella, desaparece o pone excusas.
Hay momentos en los que te brindas a un compañero, o compañera, poniéndote a sus órdenes, y después te pega la puñalada por la espalda para trepar.
Estoy de acuerdo, con los que dicen, que si fuiste feliz haciendo lo que hiciste lo debes dar por bien hecho, pasase lo que pasase después; pero también digo que nadie merece la traición, el olvido, el abuso, o el ninguneo.
Alguna vez dirás:
¡Ya está bien!
Y entonces...
A veces tienes que olvidar lo que sientes y recordar lo que mereces.
Pues eso, recodad que es de bien nacidos...
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Foto de mi amiga Juani Mora. |
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