No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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30 noviembre 2019

DEJAR IR.

Desde que tenemos uso de razĂłn nos deberĂ­an acostumbrar a dejar ir; dejamos ir a los abuelos, esos que tanto nos quisieron y de los que nos quedan innumerables recuerdos, pero no nos acostumbramos; dejamos ir a nuestros padres y madres y cuesta mucho trabajo acostumbrarse; dejamos ir a nuestra pareja; y algunos/as, tienen la desgracia de tener que dejar ir a sus hijos o hijas y eso es mucho mĂĄs difĂ­cil todavĂ­a.
Dejamos ir la infancia, la pubertad, dejamos escapar entre los dedos la juventud, la madurez, y como por arte de magia y cuando menos te los esperas dejas la vejez y te marchas para siempre.
Se van los amigos, unos para siempre y otros por muto propio; se van los amores, unos por que mueren y otros muchos por que se desenamoran; por irse algĂșn dĂ­a se te va hasta la vida y muchos no se dan ni cuenta.
Muchos de los pensadores que escriben frases de autoestima y de ayuda nos conminan a aprender a dejar ir a la gente, a acostumbrarse a ello, a instruirse en vivir sin esas personas que se fueron y que nunca mĂĄs volverĂĄn.
Pero yo creo firmemente que ese no es el secreto...
"El secreto no es aprender a dejar ir a la gente, sino aprender a dejar ir ese pedazo de tĂ­ que se fue irremisiblemente con ellos.

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