Esta palabra, tan actual en estos tiempos, ha existido desde siempre; siempre ha habido personas que se han creído superiores, detestando al extranjero que pisaba su territorio; color, cultura, ancestros, eran y son motivos de rechazo, ese rechazo lo bautizan como xenofobia.
Su etimología proviene del griego "xenós" (extranjero) y "phóbos" (miedo) literalmente miedo al extranjero.
Muchas veces confundimos la xenofobia, porque creo que cualquier habitante de un territorio que sea conquistado, lo que le tiene al conquistador es xenofobia, pero paradójicamente el que expresa y ejerce la xenofobia es el conquistador hacia el conquistado.
Dicen los grandes pensadores que la xenofobia se cura viajando, pero no todo el mundo tiene capacidad económica para viajar y curar su xenofobia.
Con la xenofobia, lo que si hay es, un detalle que no quiero pasar por alto y es la capacidad económica del extranjero.
En un 99,9999 por ciento tenemos xenofobia al extranjero pobre, al inmigrante sin casa, sin oficio, sin papeles, sin trabajo, que pulula por las calles de nuestras ciudades sin rumbo, sin oficio ni beneficio.
Al extranjero rico, al poderoso, al que viene a dejar su dinero aquí, y en otros casos a llevarse el nuestro, a ese siempre, en el 100 por cien, le extendemos la alfombra roja para que pase.
¿Entonces, le cambiamos el nombre a xenofobia y la llamamos "aporofobia" que literalmente es "miedo a la pobreza", tengan el color que tengan las manos que la soporten?
Pues eso.
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