No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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30 noviembre 2019

CHOLLO.

El origen de esta palabra proviene de un italiano que llegó a España a mediados del siglo XVIII, napolitano, que para más señas se apellidaba "Cioglio",  y de ahí fue derivando hasta el chollo que conocemos hoy.
Este hombre pidió licencia para poner sillas en las calles, en el recorrido de las procesiones y desfiles, de tal forma que la gente pudiera sentarse en lo uno y en lo otro y verlos cómodamente.
Y no olvidemos que el italiano cobraba a todo el que se sentaba en una de sus sillas, puestas en la calle, no lo olvidemos.
Colocaba y alquilaba sillas para miles de eventos y de ahí es como el italiano se hizo rico solo con unas licencias y unas sillas en la calle; de ello proviene, después de castellanizar el nombre, el llamar chollo a una bicoca.
Si alguien que lea esto, esta Semana Santa va a pagar por sentarse en una silla o asomarse a un balcón para ver las cofradías, pregunte por si acaso el que lo hace es italiano, quizá fuera familia del tal Cioglio.
Pero hoy en día hay un chollo mucho más rentable que el de alquilar sillas, es el de sentarte en la bancada.
Alquiler de vivienda, aunque tengas una en propiedad te lo pagan, la comida más barata que en la guardería, coche oficial, secretario, despacho, ipad, móvil, partes de emolumentos libres de impuestos, pensión asegurada con pocos años de trabajo, en fin...
Si el napolitano Cioglio levantara la cabeza, seguramente hubiera enfocado el negocio de otra forma. 


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