Viendo la
salida del crucificado de la Sed hace unos años, se me pasó por la mente una
frase: Ni todo el que parece malo lo es, ni tampoco el que parece bueno, es
bueno.
Los judíos del tiempo de Cristo, daban a beber a los crucificados, antes del suplicio, vino dulce con mirra; el cual, servía como anestésico para el dolor; más tarde, ya clavados en la cruz, los romanos les fracturaban las piernas para que se ahogaran, al no poder apoyarse en la cruz con los pies para respirar.
Los judíos del tiempo de Cristo, daban a beber a los crucificados, antes del suplicio, vino dulce con mirra; el cual, servía como anestésico para el dolor; más tarde, ya clavados en la cruz, los romanos les fracturaban las piernas para que se ahogaran, al no poder apoyarse en la cruz con los pies para respirar.
Los
nativos de Judea también les daban de beber a los reos: mosto nuevo amargo y agrio,
porque según una antigua creencia judía, la muerte de un crucificado se
aceleraba al darle de beber, y ese vino agrio sería la única bebida que habrían
podido encontrar en el Gólgota, porque era lo que bebían los soldados romanos para
soportar el día allá arriba.
No todo lo que parece ser, lo es en realidad. ¿O sí?
Cristo, supongo que lo rechazaría todo, para descubrir en sus propias carnes lo que era el sufrimiento humano, o por lo menos así lo creo.
De lo que sí estoy convencido es que la sed por la que clamaba Jesucristo, era la sed de justicia; la que padecen las gentes buenas y honradas y de la que tanto carecemos hoy en día.
En la actualidad, es más relevante, se ensalza, se sigue más a lo malo, a lo perverso, a lo morboso; se idolatra al chorizo, al manipulador, al prevaricador, y encima se le hace la pelota. A los buenos, lo que hacen es darle mucho por saco desde tiempos inmemoriales; que sí, que después irán al cielo, pero...
¿Por qué para ir al cielo hay que sufrir? ¿Estará todo perdido?
" Todo estará perdido cuando los malos sirvan de ejemplo y los buenos de mofa" (Demócrates 460 a.c.)
Y desgraciadamente no estamos muy lejos de ello.
No todo lo que parece ser, lo es en realidad. ¿O sí?
Cristo, supongo que lo rechazaría todo, para descubrir en sus propias carnes lo que era el sufrimiento humano, o por lo menos así lo creo.
De lo que sí estoy convencido es que la sed por la que clamaba Jesucristo, era la sed de justicia; la que padecen las gentes buenas y honradas y de la que tanto carecemos hoy en día.
En la actualidad, es más relevante, se ensalza, se sigue más a lo malo, a lo perverso, a lo morboso; se idolatra al chorizo, al manipulador, al prevaricador, y encima se le hace la pelota. A los buenos, lo que hacen es darle mucho por saco desde tiempos inmemoriales; que sí, que después irán al cielo, pero...
¿Por qué para ir al cielo hay que sufrir? ¿Estará todo perdido?
" Todo estará perdido cuando los malos sirvan de ejemplo y los buenos de mofa" (Demócrates 460 a.c.)
Y desgraciadamente no estamos muy lejos de ello.
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Foto extraída de la página: elpais24.com |
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