Stephen Hawking, físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico (1942-2018) fue un hombre, con problemas de ELA; con veintitantos años pronto quedó casi inmovilizado, tuvo que estar la mayoría de su tiempo quieto, atado a una silla de ruedas, y con un movimiento nulo, pero jamás estuvo sin hacer nada; su carrera, brillante, extensa hasta su muerte con 76 años fue un ejemplo de superación. Sus premios son interminables, al igual que sus obras científicas y divulgativas.
Aydeè Ramírez (Colombia 1971), sufrió una falta de oxígeno al nacer, lo que le provocó una parálisis cerebral y retraso psicomotor, no mueve ni brazos ni piernas (que tiene atrofiados), está quieta la mayoría del tiempo, sentada en su silla movible; pero pinta con la boca, habla, da conferencias y está todo el día haciendo cosas. (Os dejo foto de uno de sus múltiples cuadros)
Se me viene a la mente también, ahora mismo, mi amigo Florencio; desde hace años carga con una tetraplejia que lo mantiene quieto en una silla de ruedas; mueve la cabeza, la boca, los ojos, pero tiene el pundonor, la valentía, la fuerza de voluntad de salir a la calle solo, pasear por el pueblo, acercarse a la Feria y a la Semana Santa, y es común verlo a menudo en sus paseos matutinos, siendo un placer para mí saludarlo efusivamente.
Hay, en cambio otros, que teniendo sus facultades mentales y físicas en perfecto estado, se dedican a malvivir, a estar tirados en la calle peleándose por un mísero euro para tener acceso a una litrona o a lo que venga bien meterse en el cuerpo.
Otros, que con las mismas facultades, y además estando en los sitios oportunos para poder hacer algo por sus semejantes, no mueven ni uno de sus dedos, ni el meñique del pie izquierdo para ello.
Viendo a unos y a otros, o a unas y a otras, no tengo más remedio que remitirme a una frase de la película de 2010, Karate Kid, en su nueva versión.
"Permanecer quieto y no hacer nada son dos cosas diferentes."
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