La Hermandad del Silencio de Sevilla decidiĂł en 1627 amparar a los sacerdotes ancianos, pobres e impedidos; para tal fin, alquilaron una casa donde les daban cobijo, asistencia y los mantenĂan. Continuaron con esa tarea hasta 1673 en la que la Hermandad fundĂł otra cuyo fin serĂa cuidarlos si estaban enfermos, decidiendo construir un hospital.
Quedando asĂ fundado el Hospital de los sacerdotes venerables de Sevilla, conocido hoy en dĂa como el hospital de los venerables.
Los sacerdotes, llamados por todos nosotros, padres, padres espirituales, y que en su vejez, al llegar a la senilidad, en la enfermedad, o si por desgracia, caĂan en la pobreza, para ello, esta hermandad fundĂł una casa-hospital haciĂ©ndose cargo de ellos.
Pero hay otros padres y madres, que seguramente serĂĄn mĂĄs venerables, o por lo menos igual de venerables que los sacerdotes de Sevilla y que algunas veces no tienen donde caerse muertos; personas que han dado toda su vida por sus hijos, y que en muchas ocasiones hasta estĂĄn en la calle.
Necesidad, enfermedad, pobreza, pocos recursos, soledad, ancianidad, de muchos padres y madres que no tienen un hospital de venerables donde poderse recoger.
En otras culturas mås ancestrales que la nuestra, los mayores son venerados hasta muchos años después de su fallecimiento.
¡Somos muy modernos!
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