Nunca sabes lo que va a ocurrir, ni cuando; tampoco sospechas las consecuencias, y por eso; por si acaso no tengo oportunidad de decirlo más adelante, lo digo ahora:
- Jamás hice daño a nadie con la intención de hacerlo, si alguien lo sintió así le ruego su perdón.
- Nunca pretendí lo que no era mío ni tampoco me quedé con nada que no me correspondiera.
- Hice todo el bien que pude, aunque a veces me sentí decepcionado, y otras atacado sin razón.
- Siempre intenté ser justo con todos y con todo y en algún momento se me tacho de no defender a los míos cuando creí firmemente que estos no tenían la razón.
- Para mí, la mentira, la informalidad, la falta de honradez, la traición, y el desprecio a los demás nunca han sido plato de buen gusto.
- Desde que nacieron mis hijos siempre han sido mi prioridad, quizás a veces fui demasiado blando, pero cada uno que mire dentro de su pecho.
- Mi familia siempre ha sido lo primero, en ella confío, a ella me confío.
- En el amor siempre fui por derecho, con respeto, e intentando tratar lo mejor posible a las personas que han compartido la vida conmigo.
En fin, poco más o poco menos como me enseñaron mis padres y como yo he enseñado a mis hijos. Seguramente me he equivocado tantas veces...
No hay comentarios:
Publicar un comentario