1.-Mirad que no deis vuestra limosna delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera, no tendréis recompensa de vuestro Padre que estå en los cielos.
2.- Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipĂłcritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
3.- Mas cuando tĂș des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
4.- Para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensarĂĄ en pĂșblico.
5.- Y cuando ores, no seas como los hipĂłcritas, porque a ellos les gusta el orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6.- Mas tĂș, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que estĂĄ en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensarĂĄ en pĂșblico.
Es necesario, de vez en cuando, volver a los principios, profundizar en nuestro alma para hallar la verdad y encontrar la paz de nuestro espĂritu. SerĂa conveniente, aparte de aplicar esta enseñanza a nuestra espiritualidad, acompasarla a todos los aspectos de la vida; amor, familia, trabajo, polĂtica, etc. etc.; no por mucho gritar o hacer mĂĄs ruido se es mejor que otra persona.
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