Este vocablo proviene del latĂn tardĂo solus (solo) y loquis (hablar).
Por tanto, soliloquio es hablarse a uno mismo en voz alta.
No es, aunque parezca, un monĂłlogo, porque Ă©ste va dirigido a un pĂșblico; y tambiĂ©n se aplica a las reflexiones que realizan los psicĂłticos esquizofrĂ©nicos en voz alta y a solas, sin la presencia de algĂșn otro.
Supongo que estos textos que escribo a menudo tambiĂ©n los podrĂamos catalogar como "soliloquios", aunque si bien no hay voz, las palabras hacen el mismo efecto que si se escucharan, son mis reflexiones personales que hago pĂșblicas.
Quizå fuera necesario que muchos hiciéramos, de vez en cuando, reflexiones sobre nosotros mismos en voz alta, sobre nuestro comportamiento, nuestra forma de pensar, nuestra forma de hacer, miråndonos al espejo, y que ese cristal que refleje nuestro rostro haga de corrector de nuestras dicciones.
Ese espejo nos dirĂĄ algunas veces:
- ¿DĂłnde vas tĂș con eso?
- ¿No te da vergĂŒenza?
- ¿No te da miedo?
- ¿Te cuesta mucho hacer las cosas bien?
Aunque parezcamos enfermos psĂcĂłticos, deberĂamos hablar mĂĄs con nuestro ego en voz alta, para ver si asĂ, nos enteramos de lo que nos sucede; siempre es bueno que alguien nos abra los ojos, aunque seamos nosotros mismos los que lo hagamos.
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