No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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22 enero 2019

Y AL FINAL...

Recuerdo enormemente a mi compadre Juanjo, no es que fuera mi compadre, ni mucho menos, pero era casi de mi familia; tĂ­o formal, aunque bromista y un poco locuelo.
Se fue hace mås de seis años, pero tenía muchas sentencias en su vocabulario, las cuales recuerdo continuamente.
Cuando veĂ­a una injusticia, una dejadez, un pasatiempo inĂștil, un viaje de mesa en mesa para solucionar un problema; siempre comentaba lo mismo.
Si notaba que los gobernantes se pasaban la pelota de unos a otros sin tomar ninguna determinaciĂłn, si era consciente de que lo estaban toreando, siempre, siempre decĂ­a las mismas palabras.
Incluso con la enfermedad que se lo llevó, cuando tenía que ir al médico, sabiendo lo que tenía y que estaba sentenciado, a rehabilitación, a quimioterapia, no podía faltar a su idiosincrasia, y también la soltaba, supongo que muy triste, pero no se podía resistir.
Esa frase hoy me va a servir para catalogar a tantas cosas que se ven en el día a día, desde que abrimos los ojos por la mañana hasta que los cerramos de noche (y en algunos casos un ratito a medio día)
¡Va por tĂ­ compadre, allĂĄ donde estĂ©s!
- ¡"To" el dĂ­a "parriba" y "pabajo", dando "porculo", "parriba y pabajo", dale que te pego, y al final "leche" como la calle de la paja!
Ea, pues ahĂ­ lo dejo, a ver si se dejan ya de menear las cosas para arriba y para abajo, y atacan de una vez por todas de frente.

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