ETERNIDAD.

Esta palabra es muy complicada de explicar; creo que cada religión tiene una explicación diferente, o a veces parecida; sin entrar en determinadas aseveraciones de qué es o qué puede ser la eternidad se me ocurre una hipótesis...

En esta "charada" de hoy, yo me imaginaría tres eternidades diferentes dentro de una eternidad verdadera.

Estaría "la pequeña eternidad"; esa en la que muy cercano al momento en que te vas, la gente que te quiere te recuerda continuamente, reviviendo tus gestos, tus sentencias, tus bromas y tus "mosqueos".

A esta se le añadiría la "eternidad media"; esa en la que tus nietos, o tus biznietos todavía tienen retazos de tu existencia, recuerdan de dónde viniste y cómo fue tu vida, en un claro homenaje a sus antepasados.

Y por último la gran eternidad; esa que nos acompaña desde el mismísimo Adán, ese código genético que hace a cada ser humano único en su especie, y que transmitimos a nuestros hijos, y ellos a los suyos y así sucesivamente hasta el final de los tiempos.

Si se cumplen estas tres eternidades, tendremos una eternidad real.

En esta conjetura, la vida eterna la podemos considerar otra cosa, una promesa, que se podrá cumplir cuando llegue la hora, ya se hablará de ella.
Me quedo con una frase de mi amigo Marcos (sacerdote): 
“Somos lo que dejamos en el corazón de las personas”.