Esta palabra proviene del inglés "mildew" (moho) y este del inglés antiguo "mildeaw" : estar provocado por un moho.
Es un moho microscópico que se cría en las hojas, en los tallos y en los frutos.
El más conocido es el que afecta a las vides, pero existen otras plantas que también son propensas a estos hongos que dejan las hojas como si estuvieran nevadas; la cebolla, la patata, el tomate, la espinaca y la soja.
Estos hongos se reproducen por esporas, en períodos lluviosos y rápidamente calurosos.
Pues parece ser que en nuestra sociedad, en la política, en nuestra democracia joven, también los períodos lluvioso-calurosos se suceden muy rápidamente dando lugar a todo tipo de hongos que se adhieren a las instituciones, a los sillones, a las poltronas, en todas las instancias en las que se juega con el dinero de los demás, no tocas en un sitio que no te ensucies las manos con la mugre que han dejado los que lo tocaron con las manos sucias.
La "fluopicolida" había que haberla aplicado nada más aprobar la constitución para evitar que este hongo se desarrollara, ahora, no vamos a tener más remedio que rociar con "propineb", que es muy eficaz contra el mildiú.
Esta maldita nieve de hongos es tan molesta, tan difícil de erradicar como lo es la caspa; no deja de manchar el traje que compone nuestro país.
Pues nada, habrá que fumigar a todos con una buena ración de "propineb", propinándoles una buena patada en el culo y mandándolos a casa con una mano delante y otra detrás, y se acabarían las pamplinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario