Hay tantas cosas difĂciles, tantas cosas que parecen imposibles, y que a ciencia cierta algunas resultarĂĄn irrealizables, pero hay que intentarlo.
¡Siempre hay que intentarlo!
Pero que esos intentos no sean baladĂes, que sirvan para algo, que nos enseñen alguna cosa.
¿Hemos aprendido algo desde marzo a junio? (Nosotros)
¿Han comprendido algo nuestros dirigentes? (Los que deciden)
¿La experiencia ha servido para mejorar? (A todos)
Creo ciertamente que no.
Te puedes pelear contra una pandemia que ni el que la provocĂł sabe como anularla o por lo menos hacerla dormir, los investigadores trabajan a marchas forzadas para obtener una vacuna, que no se ni cuando serĂĄ efectiva, y si ni siquiera si serĂĄ.
Los sanitarios, escondidos (como mal se les llama ahora), han ido y van dando palos de ciego, intentan cosas, muchas cosas para hacer mås llevadero el contagio a los afectados; hay muchos médicos y enfermeras que no viven con su familia desde hace meses; porque lo estån intentando.
A ciencia cierta, las vivencias sanitarias desde marzo a junio han servido para eliminar trabajos equivocados y decisiones errĂłneas, pero todavĂa queda mucho por andar y muchas piedras que tirar.
Los que deciden parece que lo hagan peor, no se ponen de acuerdo, o no quieren ponerse de acuerdo; a ver quien puede mĂĄs, si el central, el autĂłnomo o el local, y la casa por barrer; claro y si no se barre, cada vez hay mĂĄs mierda; y si no es asĂ, por lo menos eso parece.
"Quien se empeñe en pegarle una pedrada a la luna no lo conseguirå, pero aprenderå a manejar la honda". (Proverbio årabe)
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