Andamos vagando por estos mundos de Dios sin darnos cuenta de nada, absolutamente de nada; hay tanta gente que no ves y que te ve, hay tanta gente a la que no escuchas y no se pierde nada de lo que dices; hay personas que no hueles y que te olfatean desde la distancia, hay gente que no saboreas su compañía y que se bebería la tuya de un solo sorbo, hay personas a las que no tocas, que están en la distancia, y que se buscan la vida para rozarse contigo.
A veces en quien menos crees...
es quien más te enseña.
A quien menos le das...
es de quien más recibes.
A veces donde menos buscas...
es donde más encuentras.
De quien menos esperas...
es quien más te entrega.
A veces, en quien menos piensas...
es quien más te recuerda.
Y a quien menos amas...
es quien más te perdona.
No entiendo a quien desecha la amistad, la compañía, o en algunos casos, el amor de otros, por el simple hecho de tener un aspecto, una apariencia, una forma de vestir, una forma de hablar, o una forma de estar que no corresponde con su "alcurnia".
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