El otro dĂa, se marchĂł de esta vida el futbolista JosĂ© Antonio Reyes junto con su primo, se fue tan rĂĄpido de este mundo tal cual conducĂa.
Es difĂcil imaginar para su familia, sus compañeros, sus amigos y tambiĂ©n para los aficionados al fĂștbol, lo duro que debe de resultar para ellos y ellas dejar de verlo, dejar de sentirlo, dejar de oĂrlo, dejar de abrazarlo en tan solo un rato.
Al dĂa siguiente, cuando despuntĂł el dĂa, Ă©l ya no estaba; se me vienen a la memoria amigos que se fueron en un suspiro, o mejor dicho, en un "expiro".
Tenemos una gran suerte los que seguimos por aquĂ, algunos hemos tenido demasiada suerte, otros no tanta, pero por aquĂ estamos.
"Ver amanecer, y saber que sigues estando dentro del juego, no tiene precio".
HabrĂĄ que, de una vez por todas, empezar a valorar las cosas segĂșn el valor real que deben tener para nosotros; y lo primero, lo esencial, lo primordial, lo principal es que podamos abrir los ojos cada mañana a un dĂa nuevo, y si no tenemos la facultad de ver, oĂr una jornada nueva, que es lo mismo.
Valores primarios, placeres bĂĄsicos, imprescindibles para apreciar a lo grande el resto de nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario