No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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12 agosto 2020

IRSE.

Las personas se van, los que van contigo en el tren de tu vida se marchan, unos antes otros después, unas te duelen más, otras menos; el tren de tu vida tiene muchas paradas y en ellas lo mismo suben gentes nuevas que se marchan otras.
Todo ello hasta que tu tren llegue a la estación de destino, donde bajarán todos y solo quedará de tí el recuerdo.
Hay idas muy dolorosas por ser para siempre: tus familiares más queridos, padre, madre,  pareja, hermanos, y en ocasiones desastrosas, hijos; se van: amigos, conocidos, compañeros, familiares de amigos...
Otro tipo de idas son las voluntarias, pero no por eso menos dolorosas, si te abandona tu pareja, cuando se marchan tus hijos a navegar en solitario, amigos (que no lo serían tanto) que te olvidan y se bajan del tren, compañeros y compañeras que, aunque sigan trabajando en la misma empresa, también se apean del tren.
Todas y todos los que se van tienen una explicación, una excusa, un motivo, una decisión pensada o no demasiado pensada, pero en suma, la mayoría de las idas son voluntarias.
Y al final...
¿Qué te queda de los y las que se van?
¿Qué guardarás en la memoria o en el corazón de tu recorrido con ellos/as?
¿Que regusto dulce o amargo quedará en tu boca de ellas y ellos?
Si estás en una reunión, te levantas excitado, y te marchas dando un portazo que hasta tiembla la pared...
¿Que crees que pueden pensar de tí?
Por eso, lo más importante para el que se queda cuando alguien se va es: la manera.
"La gente se va, pero lo que siempre quedará será la manera de cómo se fueron"


Foto extraída de la página: isha.sadhguru.org

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