Esta palabra es un prĂ©stamo del francĂ©s "amateur" presente desde el siglo XV; tras sustituir a la forma popular "amaor" y esta proviene del latĂn "amator" (el que ama).
El sentido moderno de la palabra serĂa "Que cultiva o practica, sin ser profesional, un arte, un oficio, una ciencia, un deporte, etc."
Se puede pronunciar "amateu" sin erre al final; y al final volvemos al principio...
El que practica cualquier cosa como amateur lo hace por amor a lo que practica, y la mayorĂa de las veces le cuesta el dinero; y como hemos visto antes, amateur en su origen era el que ama.
Me acuerdo de mi amigo JosĂ© Luis Morillo, primer alcalde de la democracia de SanlĂșcar la Mayor, este señor fue un "alcalde amateur", no cobraba sueldo por dedicar su tiempo a la alcaldĂa.
Lo anteriores alcaldes no se que pecunio econĂłmico tendrĂan.
SerĂa importante que tomaran buena nota los que dicen que aman a su profesiĂłn, porque si no aman su profesiĂłn, no son amateur, no aman, cobran por trabajar en lo que les gusta que no es lo mismo.
Y lo peor de todo son los que no aman su profesiĂłn y que solo estĂĄn en ella por los emolumentos que perciban a fin de mes.
Y si encima, estos señores y señoras, dirigen los destinos de un ayuntamiento, una comunidad, un paĂs, el amateurismo carece de sentido.
Vuelvo a reiterar: Quien entre en polĂtica que tenga el mismo sueldo que cobraba en lo que estaba trabajando, y si me apuras que perciba algĂșn que otro plus por responsabilidad, y horas de trabajo, pero las barbaridades y excepciones que tienen muchos señores y señoras diputados y senadoras claman al cielo.
Los demĂĄs a apretarse el cinturĂłn.
Foto de mi amiga Juani Mora. |
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