¿Me podéis decir si hay alguien en esta sala que no haya tenido decepciones?
Todos, todas, "todes", "todis" y "todus", no se libra nadie.
Desde mirarte al espejo y decepcionarte por no ser bien parecida, por no tener un cuerpo bonito, por tener unos ojos chicos, o unas tetas demasiado chicas o gordas, en fin...
Hasta poner toda la carne en el asador en una relación amorosa que quieres que sea para toda la vida, y se apaga en unos pocos meses con la decepción correspondiente.
Desde volcarte con todo tu ser en un puesto de trabajo y llegar la hora de hacerte fijo, y te dan la patada y contratan a un enchufado o enchufada.
Hasta dar casi literalmente la vida por tus hijos e hijas, en un dechado de dedicación amorosa, económica y moral; y después, si te he visto no me acuerdo.
Desde amigos o amigas que te asaltan tu casa, hasta amigas y amigos que te piden, les prestas, y si te he visto no me acuerdo.
Hasta algunos y algunas que solo tienen para ti una bonita cara y después son más malos que la carne de pescuezo, como dice muy a menudo Juan Bustos, locutor de Betis televisión.
Todas, todos, "todes", "todis" y "todus" hemos tenido decepciones porque...
"Vivir es coleccionar decepciones de menor a morir".
No hay comentarios:
Publicar un comentario