TENÁCULO.

Este palabro como diría mi amigo Paco Palomo proviene del latín:  "tenaculum" (con el mismo significado que en castellano; y éste del verbo, también latino, "tenere" (sostener).

Esta palabra está hoy en día desusada en medicina y cirugía pues se refiere a una denominación usada en la antigüedad por los cirujanos para referirse a un instrumento o herramienta en forma de aguja, encorvado en uno de los extremos y fijo o unido por el otro a un mango que se empleaba para sostener o coger las arterias que debían ligarse.

Pues uno de estos tenáculos, pero de grandes dimensiones, habría que introducirle por el culo (intráculo) a ese anestesista brasileño, Quintella Bezerra, que trabajando como tal en el Hospital de la mujer de Rio de Janeiro, se dedicaba a meter su pene en la boca de las pacientes a las que anestesiaba para una cesárea (tras la cortina) y después lo limpiaba todo para que "nadie se diera cuenta".

Sus compañeros sospecharon, lo grabaron, y felizmente, lo han detenido.

Lo dicho, introducirle un "intráculo" para sacarle las malas ideas al muy cabrón.

Como es enfermero, habrá estudiado los efectos del "intráculo".

Hasta dónde puede llegar la depravación del ser human, por Dios.

Foto del interfecto de la página BBC NEWS