Los exámenes no son buenos.
Y si no que le pregunten a los chavales que están estudiando, que le inquieran a los que se presentan, después de un año de estudio, a una selectividad que va a determinar lo que "tienen" que estudiar, no lo que quieren o les gustaría estudiar.
Un examen puede determinar si tienes buena memoria, o si tienes una capacidad lingüística aceptable para desarrollar unas respuestas; pero nunca podrá resolver si tienes capacidad, aptitud o "arte" para una cosa u otra cosa determinada.
Los exámenes son pruebas, en la mayoría de los casos, teóricas, si exceptuamos el "práctico del carné de conducir", pero ese examen, al final, también es cuasi, cuasi, basado en la teoría.
Hay mucha gente que accede a estudiar la carrera que le apetece abonando su importe en una universidad privada...
¿Que significado tiene esto?
Pues, hay por ejemplo, médicos que no han pasado la criba de una nota altísima en la selectividad y que acceden a estudiar medicina, y fantásticos médicos en potencia, que no tienen la posibilidad de estudiar esa carrera porque carecen de recursos.
Los exámenes son terribles...
Porque si hiciéramos examen de nuestra vida podríamos contestar con esta frase...
Todos los exámenes son terribles, porque el mayor de los necios puede contestar más preguntas de las que pudiera contestar el más sabio. Normalmente los necios hablan bastante más que los sabios.
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