No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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13 marzo 2023

CUATRO ANGUSTIAS.

En esta nuestra existencia, estamos siempre precedidos por las angustias, angustias sólo físicas, de las otras hay miles a través de nuestra vida.
La angustia del nacimiento, si bien un nacimiento es un motivo de felicidad, todos sabemos, tanto padres, abuelos, hermanos, por unos motivos como las madres por otro, que un nacimiento también es una angustia, sobre todo para el que nace, que menos mal que de eso no se acuerda uno.
La angustia de la infancia-juventud, que conlleva la crianza de los hijos, el colegio, el salir a la calle, el empezar a tratarse con gentes, de relacionarse, de esperar horas y horas a que lleguen a casa con la incertidumbre que eso conlleva.
La angustia de la madurez y la vejez, contemplando cómo el tiempo cada vez pasa más rápido, y lamentablemente es directamente proporcional a ello, cuanto más mayor, más rápido.
Y por último la angustia de la despedida.
¿Dónde iré? ¿Qué será de los que queden aquí? ¿Cómo será el trasbordo?...
Cuatro angustias y todas tienen una esperanza, la primera una buena vida, la segunda una infancia-juventud en paz, la tercera cuidar a los mayores y que nuestros hijos nos puedan cuidar; y la última, la esperanza de alcanzar un mundo mejor, sin envidias, sin rencores, sin maldad, solo e ineludiblemente con amor. Bueno, el amor debe de estar presente en todas las angustias para afrontarlas, y también presente para poder tener esperanza.
Cuatro angustias y una esperanza, el repóquer de la vida, cuatro ases y un comodín, cuatro angustias y una esperanza.

Foto de mi amiga Juani Mora.


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